esos ojos tan magos.

En algunos momentos era tan èl, y en algunos momentos era tan yo.

No era predicible.. Uno no puede predecir todo tipo de situaciones... mucho menos esas situaciones.

Hablamos. Hablamos y hablamos.

Era tarde, casi tan tarde como mis bostezos anunciaban imparablemente.

De repente, una caricia.

Una mirada, otra caricia.. la inestabilidad de volver a caer en lo que no se puede predecir.

Y si, tengo un problema con las predicciones.

Igualmente, no tan confundida como en un pasado, accedí.

Igual fue imposible.

Se volvio confuso, molesto.

Nada mas quedaba que decirle goodbye my darling a esa situacion, y volver a casa

y acostarme, y pensar.. pensar en que bueno pudo ser si no fuera por que no fue.

Por que en realidad si era predicible.